Seis consejos para que las noticias no distraigan a tu equipo

Los directores de las empresas son capaces de reconocer la importancia de los acontecimientos internacionales y, aun así, consiguen que sus empleados sigan concentrados en sus responsabilidades para que la compañía no pierda fuerza.

Independientemente de su ideología, los trabajadores estadounidenses están preocupados, estresados y distraídos a causa del flujo casi constante de noticias y estudios que circulan y se comentan. Para muchos las redes sociales ya tenían un impacto negativo en la productividad mucho antes de las elecciones. Sin embargo, ahora distraen y hacen perder el tiempo a gran parte de la plantilla. Las discrepancias políticas pueden representar un problema para una colaboración sana y cambiar las dinámicas interpersonales en perjuicio de toda la organización.

Actualmente, los empleados suelen ser amigos fuera del trabajo y formar una parte importante de la red de apoyo de sus compañeros. Los trabajadores son seres humanos con sus propias ideas y sentimientos, por lo que no podemos pretender que dejen sus preocupaciones en casa. No obstante, no podemos dejar que estas les afecten cuando están trabajando. ¿Es posible conseguir que los empleados estén concentrados y sean productivos sin reprimir las conversaciones reales o sin que parezca que no nos importan los asuntos que preocupan a la plantilla?

Los directores de las empresas son capaces de reconocer la importancia de los acontecimientos internacionales y, aun así, consiguen que sus empleados sigan concentrados en sus responsabilidades para que la compañía no pierda fuerza. A continuación encontrarás seis estrategias para conseguir ese difícil equilibrio.

Empieza con una cultura sólida.

Cuando aparecen demasiadas conversaciones que no están relacionadas con el trabajo, es recomendable disponer de una base sólida. En las culturas de trabajo que valoran la empatía, la sinceridad y la confianza, todo el mundo puede intercambiar sus opiniones libremente sin mostrar desprecio u hostilidad. Incluso si no estás de acuerdo con el punto de vista de alguien, resulta más sencillo limar asperezas si se parte desde el respeto mutuo.

Comunica desde arriba.

El director general de la empresa no tiene por qué expresar su opinión con cada noticia importante que los empleados comentan en la oficina. Sin embargo, tampoco es bueno que haga oídos sordos. Informa a los trabajadores de que comprendes su preocupación, reitera los valores de la empresa y pídeles que hablen de política lo menos posible por el bien de la productividad en la oficina. No te estás posicionando, ni tampoco intentas censurar a nadie; tan solo quieres recordar al resto de empleados que os encontráis en un entorno profesional.

Aprovecha los recursos disponibles.

Muchas empresas cuentan con prestaciones que incluyen servicios de bienestar, como los programas de asistencia para empleados. Gracias a ellos, los trabajadores disponen de profesionales con los que hablar en caso de que sea necesario. Si un empleado está pasando por una crisis o simplemente necesita alguien que le escuche, este programa le pondrá en contacto con profesionales cualificados y con experiencia. Además, asegúrate de que los trabajadores saben que pueden hablar con su superior u otro empleado designado si tienen algún problema o conflicto con un compañero que necesiten solucionar.

Contén los comentarios inapropiados.

Presta atención si tu equipo utiliza Slack, Hipchat u otro servicio de mensajería. Asegúrate de que los canales públicos no se utilizan para difundir contenido inapropiado o declaraciones polémicas. En ese caso, pídele a un administrador que retire dicho contenido inmediatamente. Recuerda al resto de empleados que estas herramientas de comunicación están diseñadas para conversaciones relacionadas con el trabajo, no para celebrar debates.

Actúa donde sea necesario.

Es necesario actuar cuando las conversaciones sobre política se descontrolan. Sin embargo, no debes hacerlo para posicionarte, sino para recuperar la calma. Si los empleados discuten en lugar de mantener reuniones productivas, o si parece que ciertas personas avivan el fuego, habla con ellos en privado. Asegúrate de que sus superiores saben cuándo y cómo tomar medidas.

Recuerda tu misión.

En los momentos difíciles, resulta útil contar con una misión corporativa potente con la que los empleados se sientan cómodos y puedan comprometerse. Por ejemplo, en Udemy, nuestra misión es hacer que las vidas de nuestros usuarios mejoren a través del aprendizaje; pase lo que pase en el mundo, sabemos por qué estamos aquí y en qué creemos. Este es un buen punto de encuentro para todos nosotros, independientemente de nuestras ideologías políticas.

Los empleados pueden caer en la tentación de dejar de lado sus obligaciones y dejarse llevar por el desarrollo de los acontecimientos, ya sea para celebrarlos o para lamentarse a causa de ellos. A la hora de tomar decisiones, la respuesta adecuada depende de las personas que te rodean y de tu cultura. No obstante, aconsejo a todo el mundo que muestre empatía y ofrezca su apoyo, al mismo tiempo que redirecciona con firmeza la atención hacia la empresa.

Este artículo apareció originalmente en Entrepeneur (en inglés).